Si tienes moto o estás pensando en sacarte el carné, probablemente te hayas hecho esta pregunta alguna vez: ¿desde cuándo es obligatorio el casco en moto? Hoy en día nos parece lo más normal del mundo ponérnoslo antes de arrancar, pero no siempre fue así. De hecho, hubo una época en la que circular sin casco era bastante habitual, incluso en carretera. En este artículo te cuento cuándo empezó a exigirse su uso, cómo se debe llevar correctamente y, lo más importante, qué tipo de accidentes ayuda a prevenir.
Contenido del artículo
1982, nueva normativa: casco obligatorio en carretera
La historia del casco obligatorio en moto en España empieza en 1982, cuando se aprueba una nueva normativa que obliga a los motoristas a llevarlo… aunque solo en carretera. Es decir, si ibas por ciudad podías seguir sin ponértelo, lo cual hoy nos suena bastante peligroso, pero en ese momento fue solo un primer paso.
Este cambio se aplicó principalmente por el aumento de accidentes graves con motocicletas durante los años 70. El casco ya existía, claro, pero su uso era más bien una recomendación que una obligación. En 1982, por fin, las autoridades decidieron actuar, basándose en estudios que demostraban que llevar casco reducía drásticamente el riesgo de lesiones mortales en la cabeza.
Pasaron 10 años hasta que se amplió la normativa: fue en 1992 cuando el uso del casco se hizo obligatorio también en ciudad. Desde entonces, se convirtió en un elemento indispensable para cualquier persona que se suba a una moto, tanto como conductor como acompañante.
Quizás te pueda interesar: Niños en moto ¿a qué edad puedo llevarlo?
¿Cuál es la forma correcta de usar un casco de moto?
Vale, usar casco es obligatorio, pero no basta con ponérselo de cualquier manera. Hay unas reglas básicas que deberías seguir siempre que te lo pongas, porque un casco mal colocado o en mal estado puede ser prácticamente inútil en caso de accidente.
- Primero: asegúrate de que te queda bien ajustado. No debe moverse ni quedarte flojo. Lo ideal es que sientas cierta presión uniforme por toda la cabeza, sin que llegue a ser incómodo. Si puedes meter los dedos por la parte de atrás con facilidad, probablemente te esté grande. Si tienes dudas sobre cuál es tu talla o el tipo de casco más adecuado para ti, te recomiendo echar un vistazo a esta Guía sobre tallas de cascos de motos, donde te explicamos cómo elegir el que realmente se adapta a tu cabeza.
- Segundo: la hebilla o cierre debe ir bien asegurado. Muchos accidentes se agravan porque el casco sale volando al recibir el primer impacto. No sirve de nada llevarlo suelto.
- Tercero: elige un casco homologado. Los que cumplen con la normativa europea llevan una etiqueta con la letra “E” seguida de un número. Si no tiene esto, no deberías usarlo. Además, si ha recibido un golpe fuerte, incluso aunque no veas daños visibles, lo mejor es cambiarlo. El material interior puede estar dañado y no protegerte igual.
Y por último, aunque parezca obvio: cierra la visera o utiliza gafas protectoras si usas un casco abierto. Esto te protege no solo del viento, sino también de piedras, bichos o cualquier cosa que pueda impactarte en la cara mientras conduces.
¿Qué daños puede prevenir el uso del casco de moto?
Aquí viene la parte clave: ¿realmente sirve para algo llevar casco, o solo es una molestia más? Te aseguro que sí sirve, y mucho. De hecho, es el elemento de protección más importante que puedes llevar cuando conduces una moto.
El casco está diseñado para absorber impactos y reducir la energía que llega al cerebro en caso de accidente. Esto puede marcar la diferencia entre una caída aparatosa con consecuencias leves o una lesión cerebral grave.
Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), el casco puede reducir en un 85% el riesgo de lesiones graves en la cabeza, y hasta en un 40% el riesgo de muerte en caso de accidente. Estas cifras no son cualquier cosa.
Además de los golpes directos, el casco también protege frente a otras amenazas como:
-
Fracturas de cráneo.
-
Hemorragias internas.
-
Daños faciales severos.
-
Pérdida de visión (por impacto de objetos en los ojos).
Y ojo: estos riesgos existen tanto si conduces por ciudad como por carretera, incluso a baja velocidad. Por eso es tan importante usar siempre el casco, aunque el trayecto sea corto o creas que no hay peligro.
Ahora que sabes desde cuándo es obligatorio el casco en moto, queda claro que esta medida no es un simple capricho legal, sino una cuestión de seguridad vital. Desde 1982 hasta hoy, la normativa ha evolucionado con un objetivo muy claro: salvar vidas. Y aunque al principio costó que todos se acostumbraran a llevarlo, hoy nadie duda de su importancia. Así que si usas moto, ya lo sabes: ponte el casco, ajústalo bien y no te la juegues. Tu seguridad siempre va primero.