Si alguna vez te ha tocado salir en moto y justo ha empezado a llover, sabes que la experiencia cambia por completo. La visibilidad empeora, el suelo se vuelve traicionero y cualquier despiste puede acabar mal. Por eso, aunque sea posible conducir una moto con lluvia, lo cierto es que no siempre es buena idea hacerlo. Y no lo decimos por asustarte, sino para que estés preparado y sepas cómo actuar si no te queda más remedio que rodar bajo la lluvia.
En este artículo vamos a ver por qué deberías pensártelo dos veces antes de salir cuando el cielo está gris, cómo puedes conducir una moto con lluvia de forma más segura y qué peligros no deberías pasar por alto si decides hacerlo.
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¿Cómo conducir una moto con lluvia de forma segura?
Vale, lo ideal sería no tener que usar la moto cuando llueve, pero a veces no hay alternativa. En esos casos, lo primero que debes hacer es cambiar el chip. Lo que en seco parece fácil, en mojado puede ser un lío. Aquí van algunos consejos básicos para minimizar riesgos:
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Reduce la velocidad. Parece obvio, pero muchos no lo hacen. Menos velocidad = más control. Así de simple.
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Mantén la distancia. Dobla la distancia con el vehículo de delante. El frenado en mojado es menos efectivo.
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Usa marchas largas. Así evitarás que la rueda trasera derrape si haces un cambio brusco.
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Frena con suavidad. Nada de apretar de golpe. Usa ambos frenos y aplica presión progresiva.
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Evita las líneas blancas y tapas de alcantarilla. Son una pista de patinaje cuando llueve.
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Llévate un buen equipo impermeable. No solo por comodidad, también por seguridad. Si vas empapado, te congelas y pierdes reflejos.
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Cuidado al tomar curvas. En mojado, el agarre desaparece. Entra con margen, sin inclinar demasiado.
Otro punto clave: si llueve justo después de varios días secos, el riesgo es aún mayor. ¿Por qué? Porque el asfalto se mezcla con aceite y suciedad, formando una capa muy deslizante. Es el momento más peligroso para conducir una moto con lluvia.
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Peligros de conducir una moto con lluvia que no deberías ignorar
A veces pensamos que “por un rato no pasa nada”, pero conducir una moto con lluvia tiene más peligros de los que solemos imaginar. Aquí van los más importantes, para que los tengas bien presentes:
1. Pérdida de adherencia
La moto tiene menos contacto con el suelo que un coche, y cuando llueve, ese agarre se reduce aún más. Esto se nota especialmente al frenar o tomar curvas. Un simple bache o pintura en el suelo puede hacerte perder el control.
2. Visibilidad reducida
La lluvia empaña el casco, moja los retrovisores y oscurece el entorno. Todo esto dificulta ver bien y ser visto. Y si encima llueve de noche, se complica aún más.
3. Reacciones más lentas
Con frío y mojado, el cuerpo reacciona peor. Los reflejos se vuelven más lentos y cualquier maniobra de emergencia se vuelve más complicada.
4. Mayor riesgo de aquaplaning
Sí, aunque no lo creas, las motos también pueden hacer aquaplaning. Cuando los neumáticos no pueden evacuar el agua, la moto puede “flotar” y perder totalmente el contacto con el asfalto.
5. Frenado ineficiente
El sistema de frenos, especialmente si no es ABS, puede bloquearse con más facilidad. Un frenazo brusco puede terminar en caída.
6. Desgaste de los neumáticos
Si tus ruedas no están en buen estado, olvídate de salir bajo la lluvia. El dibujo del neumático es lo que ayuda a evacuar el agua. Sin eso, vas directo al suelo en la primera curva.
Por todo esto, conducir una moto con lluvia no es algo que debas tomarte a la ligera. Si puedes evitarlo, hazlo. Y si no, al menos prepárate bien.
Salir con la moto cuando llueve no es lo más recomendable, y ahora ya sabes por qué. Conducir una moto con lluvia implica adaptarte a una serie de condiciones mucho más exigentes que en seco: menor visibilidad, menos agarre, más riesgo. No se trata de tener miedo, sino de saber lo que haces. Si te toca hacerlo, ve con calma, prepárate bien y extrema la precaución. Y si puedes esperar a que escampe, mucho mejor. Al final, lo más importante es llegar sano y salvo, no mojarte por el camino.