Si tienes coche o estás a punto de sacarte el carné, seguro que alguna vez has oído hablar del freno de servicio. Puede sonar técnico, pero en realidad es algo que te afecta directamente cada vez que conduces… y más aún cuando te toca pasar la temida revisión del vehículo.
En este artículo te explico de forma sencilla qué es este tipo de freno, cómo funciona en tu coche y cómo lo revisan en la ITV. Spoiler: si no está en buen estado, no pasas la inspección.
Contenido del artículo
🛑 ¿Qué es el freno de servicio?
El freno de servicio es, básicamente, el sistema de frenado principal del vehículo. Es el que usas cada vez que pisas el pedal del freno para reducir la velocidad o detenerte. Vamos, el freno “de toda la vida”.
Este sistema actúa sobre las ruedas del coche y está diseñado para frenar de forma progresiva, segura y eficaz mientras conduces. A diferencia del freno de estacionamiento (el de mano o automático, según el coche), el freno de servicio se utiliza en movimiento.
Aunque parezca algo básico, es una parte clave para tu seguridad y la de los demás en la carretera. Y por eso, cuando llevas tu coche a la ITV, se aseguran de que esté en perfectas condiciones.
⚙️ ¿Cómo funciona el freno de servicio?
El funcionamiento del freno de servicio depende del tipo de sistema de frenado que tenga tu coche. Pero te lo resumo en general, sin meterme demasiado en líos técnicos.
Cuando pisas el pedal del freno, se genera una fuerza que se transmite a través de un sistema hidráulico o electrónico hasta los frenos de cada rueda. Ahí, unos discos y pastillas (o tambores, en coches más antiguos) se encargan de generar la fricción necesaria para detener el vehículo.
En la mayoría de coches actuales, además del sistema hidráulico, intervienen otros elementos que ayudan a frenar mejor, como el ABS (evita que las ruedas se bloqueen) o el ESP (corrige derrapes).
Así que cada vez que frenas, estás activando un conjunto de sistemas que trabajan juntos para que el coche se detenga justo cuando lo necesitas, sin sustos ni sorpresas.
🔍 ¿Cómo comprobar el freno de servicio en la ITV?
Y aquí viene lo importante: cómo evalúan el sistema de frenado en la ITV. Te lo explico paso a paso:
🧪 1. Prueba en banco de rodillos
El coche se coloca en unos rodillos que giran simulando el movimiento de las ruedas. El técnico pisa el freno y una máquina mide la fuerza de frenado de cada eje.
¿Qué miran aquí?
-
Que el freno actúe con suficiente fuerza.
-
Que no haya desequilibrios entre las ruedas (una no debe frenar mucho más que la otra).
-
Que la respuesta sea rápida y controlada.
👀 2. Revisión visual del sistema
Además de la prueba en rodillos, también echan un vistazo al estado general: si hay fugas, si el pedal tiene demasiado recorrido o si hay pérdidas de líquido.
⚠️ 3. Luces de advertencia
Si tu coche tiene testigos en el cuadro (como el del ABS o el de freno), deben estar apagados. Si hay alguna luz encendida, aunque el coche frene bien, puede ser motivo de rechazo.
Y ojo, porque en esta prueba no solo miran si el coche frena, sino cómo frena. Si notas que el pedal está esponjoso, que el coche vibra al frenar o que tarda más de la cuenta en detenerse, puede ser señal de desgaste en algún componente del sistema. Uno de los más habituales son las pastillas, que se gastan con el uso y afectan directamente a la eficacia del frenado. Si quieres asegurarte de llevar todo a punto antes de la inspección, échale un ojo a este artículo sobre pastillas de freno: ¿cada cuánto tiempo se cambian?, porque ir con ellas al límite es una de las formas más rápidas de acabar repitiendo la ITV.
El freno de servicio es algo que conviene tener muy claro si tienes coche o estás aprendiendo sobre su mantenimiento. Es tu sistema de frenado principal, el que garantiza que puedas frenar a tiempo en cualquier situación, y por eso es uno de los puntos clave en la revisión de la ITV.
Si quieres evitar sustos (y tener que repetir la inspección), lo mejor es que revises el sistema con antelación: pastillas de freno, discos, nivel de líquido y cualquier posible ruido extraño. Y ya sabes, si te toca pasar la ITV pronto… ¡no lo dejes para el último día!

